La burocracia son personas que se dedican profesionalmente a problemas de gestión e implementan decisiones de las más altas autoridades. En sus actividades, siguen reglas y procedimientos claros. También se llama este término.
Un sistema de gestión basado en el formalismo y la burocracia administrativa.
El concepto de "burocracia" apareció por primera vez en 1745. El economista francés Vincent de Gourne llamó a los funcionarios que tomaron el poder real del monarca o del pueblo. El sociólogo alemán Max Weber, por el contrario, vio en la burocracia el sistema de gestión necesario. Entendió por ello el trabajo racional de las estructuras, donde cada elemento funciona de manera más eficiente.
Las estructuras burocráticas existieron incluso en los estados más antiguos. La gestión profesional distinguió el Antiguo Egipto y el Imperio Romano. En la China imperial, había una compleja jerarquía de funcionarios de varios rangos que tenían un enorme poder sobre los sujetos. En Rusia, en el siglo XVI, comenzaron a surgir organismos gubernamentales especializados, los llamados "pedidos". Las reformas de Pedro I dieron un nuevo impulso al desarrollo de la burocracia. Reemplazó boyardos hereditarios con funcionarios profesionales. Apareció el Senado, el máximo órgano burocrático.
Intentaron destruir la burocracia varias veces en la era de las revoluciones burguesas, pero no lograron crear un sistema de gestión sin profesionalización. Por lo tanto, las estructuras burocráticas aún no solo se conservan, sino que también se fortalecen como resultado de la complejidad de los procesos de gestión.
La burocracia es un fenómeno social complejo y su papel en el sistema democrático es ambiguo. Por lo general, esta palabra se usa en un sentido negativo. Y en la mayoría de los casos esto es cierto. La burocracia se caracteriza por la ineficiencia, la incompetencia, la burocracia, la manipulación, la preocupación solo por su propio bienestar. Por otro lado, todos son conscientes de su poder como una estructura que implementa las decisiones de las autoridades. Muchos ven a la burocracia como una amenaza a una estructura política democrática. Tiende a convertirse en una capa privilegiada, lejos de los intereses del grueso de la población. Esto se manifiesta más claramente en un régimen totalitario.
Al mismo tiempo, la burocracia racional es uno de los inventos sociales importantes de la civilización. Ningún estado moderno puede prescindir de un sistema de gestión desarrollado. Sin ella, la vida social simplemente se detendrá. Es necesaria una burocracia independiente y fuerte para prevenir la corrupción en la política, para preservar muchos procedimientos democráticos. En el sistema de relaciones gerenciales, el lugar de la burocracia puede definirse como un intermediario entre la población y la élite política. En su actividad, conecta estas dos capas y contribuye a la implementación de pautas. Este es su papel necesario en la sociedad y el estado.