En la segunda mitad del siglo XVIII, la lucha de las colonias norteamericanas de Gran Bretaña por su independencia se intensificó. Como parte de una compañía destinada a socavar la economía de las colonias, el gobierno británico decidió otorgar a la Compañía de las Indias Orientales el derecho de importar té a América del Norte sin aranceles. Esta decisión fue seguida por una acción, conocida en la historia como Boston Tea Party.
El comienzo de la protesta en Boston.
Los residentes de las colonias norteamericanas de Inglaterra estaban extremadamente insatisfechos con los impuestos y deberes que su metrópoli extranjera establecía para sus posesiones distantes. La causa inmediata del próximo conflicto fue un cambio brusco en el precio del té importado a Norteamérica por la Compañía Británica de las Indias Orientales.
En diciembre de 1773, tres barcos mercantes de la Compañía de las Indias Orientales atracaron en el puerto de Boston, cargados hasta la cima con té. Un grupo de estadounidenses protestó y exigió que se cancelara la descarga de los productos y se devolviera a Gran Bretaña. Los propietarios de los buques estuvieron de acuerdo con esta declaración del problema. Pero el gobernador de la colonia británica impuso la prohibición de la devolución de barcos hasta que Boston pague una tarifa.
Las acciones ilegales de la administración colonial causaron protestas e indignación generalizadas de los habitantes de la ciudad.
Cerca de uno de los edificios más grandes de Boston, al menos siete mil personas se reunieron indignados por las acciones de la administración inglesa. El líder del pueblo indignado, Samuel Adams, pidió a los camaradas de armas patrióticos que tomen medidas activas que ayuden a salvar al país de las acciones ilegales de las autoridades británicas. Un grupo de patriotas, que se ha convertido en el núcleo de la protesta, se conoce como los "Hijos de la Libertad".