El Muro de Berlín es uno de los monumentos más famosos de la Guerra Fría, que encarna la esencia de la confrontación entre la Unión Soviética comunista y los países de la OTAN. La caída del Muro de Berlín se ha convertido en un símbolo del comienzo de un gran cambio.
Razones para la construcción del muro.
La Guerra Fría, que comenzó después del final de la historia más sangrienta en la historia de la Segunda Guerra Mundial, fue un largo conflicto entre la URSS, por un lado, y Europa y los Estados Unidos, por el otro. Los políticos occidentales consideraron el sistema comunista como el más peligroso de los posibles opositores, y la presencia de armas nucleares en ambos lados solo aumentó la tensión.
Después del final de la Segunda Guerra Mundial, los ganadores dividieron el territorio de Alemania entre ellos. La Unión Soviética heredó cinco provincias, de las cuales se formó la República Democrática Alemana en 1949. Berlín Oriental se convirtió en la capital del nuevo estado y, según los términos del Tratado de Yalta, también cayó en la zona de influencia de la URSS. El conflicto entre Oriente y Occidente, así como la migración incontrolada de residentes a Berlín Occidental, llevaron al hecho de que en 1961 los países del Pacto de Varsovia (una alternativa socialista a la OTAN) decidieron construir una estructura de hormigón que delimitara las partes occidental y oriental de la ciudad.