En una cierta etapa de desarrollo, el cine soviético ocupó una posición de liderazgo en el mundo. El indio "Bollywood" y el estadounidense "Hollywood" adoptaron voluntariamente la experiencia de nuestros actores y directores. Esto no es sorprendente. La escuela doméstica para la formación de artistas funcionaba según los principios del realismo socialista. Un ejemplo revelador de esta declaración es el destino creativo de Ivan Sergeyevich Bortnik, Artista del Pueblo de la Federación Rusa.
Lanzamiento juvenil
Cuando se trata de un actor famoso, se considera obligatorio enumerar todas las películas en las que recibió un disparo. Sí, este es un indicador importante que caracteriza las habilidades creativas del artista. Sin embargo, a menudo sucede que un graduado de una escuela de teatro juega un papel episódico, tres minutos en una cinta de dos horas, y será recordado por la audiencia durante muchos años. Los críticos y expertos por costumbre atribuyen a Ivan Bortnik a los actores secundarios. Hay algo de verdad en tal evaluación, pero su trabajo en la pantalla o en el escenario se distingue por una profunda adaptación al rol asignado.
Ivan Sergeevich Bortnik es un moscovita nativo. Nació en 1939. Padre ocupó un puesto responsable en Goslitizdat. Madre - en el Instituto de Filología. El niño creció en una familia donde había un ambiente tranquilo y de negocios. Los padres, como es costumbre, cuidaron a su hijo y lo prepararon seriamente para una vida independiente. Para limitar la presencia incontrolada del niño en la calle, se matriculó en una escuela de música en la clase de violonchelo. Vanya no mostró mucho interés en tocar música y, después de recibir un certificado de madurez, decidió convertirse en actor.
Debo decir que, cuando todavía era un niño de escuela, Ivan estudió con gran deseo en un estudio de arte amateur. En la casa de los pioneros, había un estudio de cine y los niños lo visitaron de buena gana. Fue en ese momento que estalló el amor del joven Bortnik por la reencarnación en el escenario. Después de algunas deliberaciones y dudas, un graduado de secundaria ingresó a la Escuela de Teatro Shchukin. Aquí, los estudiantes talentosos recibieron educación básica, lo que aseguró actividades profesionales exitosas en el futuro.