Hoy, la máxima que los niños no quieren y no les gusta leer ya se ha convertido en un lugar común. Hay muchas explicaciones para este fenómeno. El argumento más común es el dominio de la televisión e Internet. Si, este es el caso. Al mismo tiempo, los adultos tienen a su disposición muchas formas y métodos para inculcar en el niño un amor por el libro. El escritor y dramaturgo infantil Andrei Usachev está absolutamente seguro de esto.
Infancia poética
En la literatura, como en cualquier otro campo de actividad, hay luminarias e imitadores. En términos comerciales, la competencia para el lector siempre es fuerte e intransigente. La literatura infantil no es la excepción. Andrei Usachev nació el 5 de julio de 1958 en una familia soviética ordinaria. Los padres vivían en Moscú. La madre enseñó historia en la escuela, el padre trabajó como instalador en un sitio de construcción. El niño creció y se crió en un ambiente saludable. Aprendió a leer temprano y le encantaba cantar canciones pioneras que se transmitían por radio.
Cuando llegó el momento, Andrei con gran deseo fue a la escuela. En su biografía, nunca olvida notar que participó activamente en actuaciones de aficionados. Cuando los compañeros de clase crearon un conjunto vocal-instrumental, Usachev eligió instrumentos de percusión para sí mismo. Especialmente para el conjunto escribió letras. Con el tiempo, los intentos de creatividad tímidos se transformaron en hábitos y creatividad sostenibles. El niño sabía muy bien cómo viven sus compañeros, con qué sueñan y qué planes están construyendo para el futuro.
Habiendo recibido un certificado de madurez, el famoso escritor infantil en el futuro ingresó fácilmente al instituto metropolitano de tecnología electrónica. Además, después de haber estudiado cuatro cursos, Andrei finalmente se dio cuenta de que no amaba la electrónica. Dejó el instituto y fue a servir en el ejército. Durante las lecciones de entrenamiento, finalmente entendió lo que quería hacer en la vida. Después de la desmovilización, ya conscientemente, se transfirió a la Universidad Estatal de Tver al departamento de filología y recibió una educación humanitaria.